TRAPEANDO EL PISO DE SAN FRANCISCO


Rubén Cedeño.
Libro “San Francisco”
A un monje que estaba arreglando el altar donde se encuentra la tumba de San Francisco, se le volteó uno de los floreros, y el agua, además de mojar el altar, corrió por el piso de la nave. El monje buscó el trapeador para secar lo mojado, pero, no se dio cuenta de los ríos de agua que habían corrido por el resto de la iglesia y se fue sin secarlos. De inmediato lo llamé, le tomé el trapeador y me puse a secar el piso del altar del Maestro. Mientras hacía esto, veía la tumba de Francisco y le daba las gracias por el inmenso privilegio que me daba de, aunque sea, poder asear un poco su piso como su más indigno sirviente. Ese día me fui a dormir como el ser más privilegiado de la Tierra, y lo recuerdo como el día más grande de mi vida, por haberle limpiado el piso de mi Señor.
Foto: Tumba de San Francisco- Assisi- Italia

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