Por Rubén Cedeño
Don Rubén Cedeño lleva una vida de silencio, y retiro en un piso 17 de Palermo en Buenos Aires, dedicado a la meditación, escritura y corrección de sus libros de Metafisica y composiciones, además de atender las necesidades de los grupos de Metafisica. No visita ni es visitado por nadie. Se alimenta exclusivamente de vegetales, frutas, y arepas, no consume azúcar, gluten, carnes, grasas saturadas, alcohol ni fuma. Solo sale cuando es invitado a comunicar las Enseñanzas y por ello no cobra. Ocasionalmente cumple con los compromisos de la Casa Real Merovingia como barón de Louversy, Caballero de la Orden Bonaerensis y “presidente Honorario” del Centro de Altos Estudios y Ceremonial de Buenos Aires. Viaja en ciertas oportunidades a recaudar información sobre vida de santos, Maestros de Sabiduría, e historia en zonas arqueológicas y museos de diversos países en el mundo.