MARÍA AUXILIADORA


Rubén Cedeño
Junio 15-2006
Desde pequeño amo a la Madre María y he adorado su imaginaria con apasionamiento, pero de todas sus advocaciones, la única que no me ha gustado para nada es la de María Auxiliadora, ni se me ocurría tener su estampita, como si ella no fuera la Virgen. !Que ocurrencia esta¡ La Virgen de Lourdes, la Milagrosa, la Inmaculada me parecían más guapas!
Con motivo de ver el cadáver incorrupto de San Juan Bosco me dirigí al templo de María Auxiliadora en Torino-Italia, sin esperar nada más. Cual seria mi sorpresa al empujar la puerta de madera de la iglesia que da a la nave central, apenas entre, y vi el altar mayor. Como con un acorde de Re Mayor con todos los instrumentos de la orquesta sonando con las tres “F” de “Forte”, algo me impacto, me enmudeció. Era el óleo original, inmenso, lleno de apóstoles y santos con vestimentas multicolores, teniendo por encima de ellos toda una Reina, Divina, Exquisita, Hermosa, “María Auxiliadora”, con una corona sobre puesta al lienzo en diamantes que brillaban hasta la entrada y le exclame en voz alta: !!!Pero si eres bellísima ¡¡¡ Me hipnotizo, me embeleso, me cautivo con “amor a primera vista”!!!! No le podía quitar los ojos de encima. El objetivo de mi visita que era San Juan Bosco se me olvido por completo. Los primeros cristianos en Grecia, Egipto, Antioquia, Éfeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Madre María con el nombre de “Auxiliadora”, que, en griego, se dice «Boetéia». Napoleón puso prisionero al Papa Pío VII que hizo una promesa: «Oh Madre de Dios, si me libras de esta prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica». Muy pronto Napoleón fue derrotado, expulsado de su país y apresado. El Papa fue liberado y en memoria de este favor decretó que cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de “María Auxiliadora”. El 9 de junio de 1868, se consagró esta Basílica de María Auxiliadora por favores que le había hecho a San Juan Bosco. La Madre María se le había aparecido en sueños al santo, mandándole que adquiriera «ciencia y paciencia», porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con la advocación de “Auxiliadora”. Inicio su construcción con tres monedas de veinte centavos y en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. “María Auxiliadora” le auxilio precipitándole todo el dinero. Don Bosco repetía: «Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen», «Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros». El santo recomendaba repetir: «María Auxiliadora, rogad por nosotros», para conseguir grandes favores del cielo. Desde aquí empezó a extenderse por el mundo esta devoción.
Después de la impresión que me causo María Auxiliadora, me acerque al altar de San Juan Bosco y pude pegármele bastante, tocar el vidrio de su sarcófago a la altura de su rostro y parecía vivo, que respiraba. Luego visite sus habitaciones que allí se encuentran en un edificio aparte y que han convertido en museo. Don Bosco fue el fundador de la Congregación de los Salesianos, dedicados a la educación de los jóvenes, en especial los pobres. Fue Famoso por sus sueños proféticos, escribió algunos opúsculos y constructor de iglesias.

Foto: Cuadro original de Maria Auxiliadora Foto Ruben Cedeño.

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